martes, 26 de abril de 2011

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“tnms k ablr. Tk”. Por un instante le parecio que todas las malas señales que habia detectado en tan pocos minutos eran solamente fruto de su imaginacion, la cual no le faltaba y solia hacerle pasar malos ratos, o quizas sus expectativas eran demasiado altas. Leer no debe de ser tan bueno como pensaba, ¡que pocas historias de amor de las que aparecen en los libros se cumplen realmente! Por no decir ninguna, claro, siempre estan unos pocos afortunados, pero esa nunca era ella. Y si algun dia fue protagonista de un momento literario, no podria definir demasiado bien como la hizo sentirse. El, sentado en la baldosa de su balcon, dibujaba pequeñas, y a veces no tan pequeñas nubes de humo que la brisa de la costa arrastraba con ella. Le gustaba observar el mar en silencio, y lo miraba fijamente, como si estuviera estableciendo algun tipo de comunicación con el. A ella le gustaba guardar la escena desde las sabanas blancas con los ojos entreabiertos, todavia no listos para permitir tanta claridad. Cuando decidia reunirse con el junto a los barrotes negros solia ponerse su camisa, le atraian especialmente las de cuadros, que no a todo el mundo le gustan, pero que a ella le olian a el.
-¿Sabes que te has confundido de prenda?
-¿Sabes que me he confundido de tipo? -dijo ella dandole un ligero beso en la mejilla, mientras se sentaba junto a el y apoyaba su cabeza en el hombro desnudo.
-Puede...
No hubo ni un indicio de sonrisa. Nada. Simplemente cientos de palabras, que aunque el no emitio con su voz, dejo ver mientras cambiaba la direccion de su mirada, tornaba una mueca seria e incluso un tanto enfadada, y se apartaba ligeramente hacia la derecha dejando la morena cabeza llena de amor y descolgada.

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