martes, 28 de junio de 2011

verano. 1

Con paso firme, decidi finalmente volver al pequeño rincon, el cual solemos llamar playa, donde sabia con seguridad que me encontraria con el. A medida que me iba acercando, el ritmo de mi caminar se aceleraba, pero no porque tuviera prisa alguna el verlo, sino porque supongo que quise demostrarme a mi misma que no iba a darle la espalda al problema, que iba a tumbarme en las brasas amarillas justo a su lado y contarle lo bien que me va sin el...y que he cambiado, por eso nada va a volver.
Tras el primer roce de la arena caliente con mi piel, nerviosa, el olor del mar ya llegaba a donde yo me encontraba en pie y se incorporaba poco a poco a las ondas que hizo mi pelo cuando el recogido que llevaba se deshizo del todo, dejando ver una melena castaña y larga totalmente diferente a su aspecto del pasado año.
Me encanta. Nada mas llegar a la orilla, unas ganas locas de meterme en el agua y no salir nunca mas de alli se apoderaron de todas mis fuerzas, y aunque no lo hubieran hecho, otra persona estaba alli para quitarme la oportunidad de hundir la cabeza en el mar por mi misma, abrir los ojos y sentir que ya vuelve a hacer calor.
No hubiese salido nunca, total, para que necesito el aire? Quizas, yo para nada, pero mi cuerpo me lo pidio hasta hacerme volver fuera, desde donde sin problema alguno pude volver a verlo.
El pelo corto, te queda bien. Se ve que has ido al gimnasio, ese bañador te hace un muy buen cuerpo, y me miras igual que antes. Ahi esta el problema. No.

domingo, 12 de junio de 2011

junio del 11

Casi-final del sufrimiento, que llamamos la mayoria, por no decir todos, y a estas alturas del viaje no hago mas que preguntarme si de verdad vale la pena todo por lo que me estoy esforzando. Lo que lo demuestra es que a pocas horas o dias de tener que probar todo mi interes, en lugar de prenderles fuego a mis apuntes sigo aqui pegada esperando un no se que. Creo que intento hacer que la semana resbale ligeramente para que cuando vuelva a abrir los ojos ya sea viernes y pueda disfrutar de todo lo que quiera, pero la realidad es que deberia dedicarme a la literatura y a la fisica un poco mas, por no decir mucho.
Por otra parte, deberia hacer que mi puño traspasara mi cabeza de un lado a otro solo por el hecho de que de vez en cuando me vuelvan las ganas de agarrarte la mano, fuerte, y decirte que te echare de menos, o que ya lo hago. Nunca habia conocido a nadie asi, y te dire que no quiero que cambies.
Solo quiero que alguien me diga que todo va a salir bien.