lunes, 25 de julio de 2011

v.4

Mientras la aguja pequeña del reloj marca las 12, suena algun recordatorio que no voy a mirar ni por moverme. Ya es de dia y despues de lo de anoche mis piernas apenas saben como moverse, y los recuerdos no van mas alla de la mitad de la noche, asi que espero no haber hecho ninguna barbaridad aparte de las habituales. Solo se que no vi al de la noche anterior, y menos mal, mejor hubiera sido no salir y no encontrarme con el panorama de cada año. Siempre igual. Me mata mirarle a la cara al dia siguiente, despues de la negativa, y ver que todos tienen razon. Tengo que acabar con esto para siempre, porque me importa... Pero ahora, lo primero es conseguir llegar a la ducha, porque creo que el pelo me huele a tequila, y aunque lo disfrute por las noches, no creo que sea muy agradable usarlo de perfume.
Espero un momento en silencio, para saber si hay alguien en casa o puedo salir de mi habitacion solamente con la camiseta de la peña con la que dormi directamente al baño. No se oye nada, asi que piso el suelo y espero un momento mientras el frio no consigue que me estremezca ni un poco. Camino hasta el baño y me siento junto a la bañera pensando sobre lo que paso anoche mientras corre el agua. Al entrar me encuentro con mas de una decena de firmas en cada uno de mis brazos y piernas hechas con rotulador, incluso un dibujo que da pena borrar, pero despues de borrarlos todos, el olor a tequila ya no esta, y todo huele a mandarina, creo.
Ahora, tras pasar toda la tarde al lado del mar, dentro y fuera, como a mi me gusta, tras pasar el ultimo dia de mis dieciseis cortisimos años, me pregunto si hice bien, porque recibo sin parar felicitaciones de gente a quien apenas conozco, y no se cual me falta. Que coño, si que lo se.

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