martes, 28 de junio de 2011

verano. 1

Con paso firme, decidi finalmente volver al pequeño rincon, el cual solemos llamar playa, donde sabia con seguridad que me encontraria con el. A medida que me iba acercando, el ritmo de mi caminar se aceleraba, pero no porque tuviera prisa alguna el verlo, sino porque supongo que quise demostrarme a mi misma que no iba a darle la espalda al problema, que iba a tumbarme en las brasas amarillas justo a su lado y contarle lo bien que me va sin el...y que he cambiado, por eso nada va a volver.
Tras el primer roce de la arena caliente con mi piel, nerviosa, el olor del mar ya llegaba a donde yo me encontraba en pie y se incorporaba poco a poco a las ondas que hizo mi pelo cuando el recogido que llevaba se deshizo del todo, dejando ver una melena castaña y larga totalmente diferente a su aspecto del pasado año.
Me encanta. Nada mas llegar a la orilla, unas ganas locas de meterme en el agua y no salir nunca mas de alli se apoderaron de todas mis fuerzas, y aunque no lo hubieran hecho, otra persona estaba alli para quitarme la oportunidad de hundir la cabeza en el mar por mi misma, abrir los ojos y sentir que ya vuelve a hacer calor.
No hubiese salido nunca, total, para que necesito el aire? Quizas, yo para nada, pero mi cuerpo me lo pidio hasta hacerme volver fuera, desde donde sin problema alguno pude volver a verlo.
El pelo corto, te queda bien. Se ve que has ido al gimnasio, ese bañador te hace un muy buen cuerpo, y me miras igual que antes. Ahi esta el problema. No.

No hay comentarios:

Publicar un comentario