No me gusta madrugar. Bueno, puedo tolerarlo... Me gusta madrugar. Me gusta cuando abro los ojos antes de las nueve y sonries. Hoy no he querido bajar los pies de la cama, porque he abierto los ojos y no he visto nada, al menos nada que me haya convencido, porque llevo dias sin verlo, y ya estoy empezando a cansarme de tener que levantarme a las dos del mediodia.
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